Fecha/Hora
16 Ago
Todo el día
Categorías
Primera lectura: Ezequiel 16,1-15,60.63
Salmo Isaías 12,2-6
Evangelio: Mateo 19,3-12
Unos fariseos se acercaron a Jesús, y para tenderle una trampa le preguntaron:
— ¿Le está permitido a uno separarse de su esposa por un motivo cualquiera?
Jesús les contestó:
— ¿No habéis leído en la Escritura que Dios, al principio, «hombre y mujer los creó»? Y dijo: «Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su esposa, y los dos serán como una sola persona». Así que ya no son dos, sino uno solo. Por lo tanto, no separe el hombre lo que Dios ha unido.
Ellos le preguntaron:
— ¿Por qué, pues, mandó Moisés entregar a la esposa un certificado de separación cuando se la despide?
Jesús les dijo:
— Precisamente por lo tercos que sois os permitió Moisés separaros de vuestras esposas; pero al principio no fue así. Yo os digo que el que se separa de su esposa, a no ser por motivo de inmoralidad sexual, y se casa con otra, comete adulterio.
Le dijeron sus discípulos:
— Si esta es la situación del hombre respecto de su mujer, más vale no casarse.
Jesús les contestó:
— No todos pueden comprender esto, sino únicamente aquellos a quienes Dios ha dado que lo comprendan. Hay diferentes razones que impiden a los hombres casarse. Algunos ya nacen incapacitados para el matrimonio; a otros los incapacitan los hombres, y otros viven como incapacitados por causa del reino de los cielos. El que pueda aceptar esto, que lo acepte.