A veces uno se empeña en algo y ese algo se le resiste, y eso me pasó a mí con The Pitt. Soy aprensivo y la serie en algunos momentos es demasiado explícita para mi sensibilidad. En tres ocasiones abandoné la serie en apenas quince minutos del primer capítulo. Insistí en ella por las críticas y, sobre todo, por los comentarios de Enric Albero y Lorenzo Mejino de los que me fio totalmente a la hora de elegir qué ver cuando me quedo huérfano de propuesta.
Una vez dentro me ha gustado compartir este turno, a veces estresante, a veces conmovedor, a veces intenso, como la vida misma. Compartir la vida de estos médicos del servicio de urgencia de un hospital en Pittsburgh en el que a través de quince capítulos nos cuentan una guardia de quince horas que se alarga en los últimos cuatro por un acontecimiento imprevisible y dramático. He visto muchas series de médicos y aunque tiene visos de serie clásica, sin embargo se aleja de algunos tópicos de las series de médicos que acaban convirtiéndose en un culebrón de diferentes líos amorosos. The Pitt entra en el terreno de reflejo social, tanto en los temas, como en la situación que viven los médicos en un sistema sanitario cada vez más maltratado y saturado, con falta de personal y movido por el interés del turbo capitalismo más preocupado por indicadores que por las personas. En ese sentido es un espejo y un reflejo de la sanidad actual, de la que vivimos en nuestros hospitales, de las que vivimos en los ambulatorios. A la luz de esto, como las cosas se juntan en hilera, veo que se está haciendo un documental llamado ¿A mí quién me cuida? al que se puede acceder a través de este enlace y ayudar a su realización.
Volviendo a la serie, una de las cosas que más me gusta de ella es ese sentido humanista y de poner en valor los valores que se ajustan con el cuidado y el acompañamiento de la gente a pesar de todos los impedimentos y el paso del tiempo, que es otro protagonista, porque cada capítulo es una hora de ese turno interminable que, como Sísifo, los médicos tienen que cargar a sus espaldas, casi un circo de tres pistas en el que tienen que enfrentarse, detrás de cada box, al más difícil todavía, situación que vemos de manera especial en sus últimos capítulos.
Muestra la serie la diversidad de la sociedad actual con un reflejo de la sociedad estadounidense que algunos quieren ocultar o blanquear. Como dice Albero en su artículo del El Cultural, no faltará el apelativo de woke a la serie por mostrar «la mortandad causada por el consumo de fentanilo, la permeación de la doctrina incel entre los adolescentes, el aborto en relación con los menores de edad, los derechos de la comunidad trans, la crisis de los opioides, la violencia contra las mujeres, la gordofobia, los problemas derivados de la Segunda Enmienda, la atención a pacientes con trastorno del espectro autista…».
Personalmente me encantan las series donde los personajes no son marionetas de un guion que está más preocupado por la acción que por su proceso interior y que olvidan las motivaciones, los valores y la humanidad de los personajes. Desde la británica Blue Lights no veía una serie con unos personajes tan bien escritos y, sobre todo, tan bien desarrollados en el espacio de un guion que es eminentemente temporal y donde a través de esas quince horas conocemos lo más profundo de la mayoría de ellos, destacando a su protagonista, el doctor Michael “Robby” Robinovitch interpretado por el actor Noah Wyle y un reparto amplísimo donde todos brillan por su naturalidad y su buen hacer en el desarrollo de las múltiples tramas cruzadas a veces, enrocadas otras o abiertas en la mayoría de las ocasiones. Sin necesidad de apoyos musicales, con la emoción de compartir el día a día, empatizamos con cada situación que nos lleva en más de una ocasión a las lágrimas y que a la vez nos deja tocados por la humanidad, la complejidad y la dificultad del vivir. La ficción, una vez más, nos pone ante el espejo. Y no solo en cuestión de empatía, sino en clave de justicia, porque nuestras decisiones construyen el propio sistema que mantenemos.


