Fecha/Hora
16 Ene
Todo el día
Categorías
Primera lectura: Hebreos 3,7-14
Salmo 94
Evangelio: Marcos 1,40-45
Un hombre enfermo de lepra se acercó a Jesús, y poniéndose de rodillas le dijo:
— Si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad.
Jesús tuvo compasión de él, le tocó con la mano y dijo:
— Quiero. ¡Queda limpio!
Al momento se le quitó la lepra y quedó limpio. Jesús lo despidió en seguida, recomendándole mucho:
— Mira, no se lo digas a nadie. Pero ve, preséntate al sacerdote y lleva por tu purificación la ofrenda ordenada por Moisés; así sabrán todos que ya estás limpio de tu enfermedad.
Sin embargo, en cuanto se fue, comenzó a contar a todos lo que había pasado. Por eso, Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo, sino que se quedaba fuera, en lugares donde no había nadie; pero de todas partes acudían a verle.