Miércoles de la XXII Semana del Tiempo Ordinario

Fecha/Hora
04 Sep
Todo el día

Categorías


Primera lectura: 1Corintios 3,1-9

Salmo 32

Evangelio: Lucas 4,38-44

Jesús salió de la sinagoga y entró en casa de Simón. La suegra de Simón estaba enferma, con mucha fiebre, y rogaron a Jesús que la sanase. Jesús se inclinó sobre ella y reprendió a la fiebre, y la fiebre la dejó. Al momento, ella se levantó y se puso a atenderlos.

Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diferentes enfermedades los llevaron a Jesús; él puso las manos sobre cada uno de ellos y los sanó. De muchos enfermos salieron también demonios que gritaban:

— ¡Tú eres el Hijo de Dios!

Pero Jesús reprendía a los demonios y no los dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías.

Al amanecer, Jesús salió de la ciudad y se dirigió a un lugar apartado. Pero la gente le buscó hasta encontrarle. Querían retenerlo para que no se marchase, pero Jesús les dijo:

— También tengo que anunciar las buenas noticias del reino de Dios a los otros pueblos, porque para esto he sido enviado.

Así iba Jesús anunciando el mensaje en las sinagogas de Judea.