La luz, la vida y lo impronunciable 

Además de conocer a un grupo de poetas desconocidas para mí, en este gabinete capitaneado por Sara Forja en La Central del Reina Sofía estoy descubriendo que los poetas buscan, por encima de todas las cosas, la luz. Y esa luz que puede ser iluminación y Epifanía, también es vida, amor, erotismo, necesidad de sentido en medio del caos. Y descubrir ese “misterio” al que algunos llamamos Dios que sostiene toda la realidad y a la vez la sustenta desde lo más sencillo de la propia vida. Inger Christensen en su poemario Eso recorre el camino de la creación, desde el caos hasta la plenitud, de lo innombrable a la Palabra, de lo que no se ve hasta la transparencia de la propia vida.

«¿Quién me dará de beber la luz que en silencio nace de tu boca?» Encontrar un libro con tantas referencias queridas es un regalo. Resuena san Juan de la Cruz y su pájaro solitario, algunos de sus versos entrelazados; el Cantar de los Cantares releído, el Eclesiastés pensado y toda una larga tradición de búsqueda de la luz, de esa espiritualidad que lo acoge todo. Este pequeño poemario, La luz impronunciable está preciosamente editado en Sexto Piso editorial, con doce cantos y una coda es una epifanía de Ernesto Kavi ¡Gracias por el regalo!

Sangre, dinero, capital

Siguiendo a Frederic Jameson y a Slavoj Zizek, Marck Fisher dice que «es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo». Y no seré yo quien esté por la labor de llevarle la contraria al pensador porque creo que las raíces de nuestra civilización están horadadas por un capitalismo tan rampante y agresivo como feroz y dañino. La sangre y el dinero del título nos da una pista del discurso y el guion de esta fantástica serie que se puede ver en Filmin

A propósito de una supuesta acción ética o ecológica, la reducción de las cuotas de carbono, se habilitan desde el estado una serie de ventajas fiscales para las empresas que estén dispuestas a reducir su nivel de contaminación. Lo que en principio suena a conciencia ecológica y cuidado de la casa común, enseguida se convierte en los brazos de la sociedad de derecho capitalista en un laberinto de dificultades para poder erradicar a aquellos que utilizan las ventajas para enriquecerse, exhibiendo después el logro a través de una vida basada en la apariencia y la fanfarronería que acaba dejando mucho sufrimiento en el camino, mucha sangre, un reguero de víctimas mortales y miles de euros estafados al estado francés y a la comunidad europea. Unos estados y una comunidad que en aras de la defensa de los derechos de las personas han construidos laberintos tan altos que los estafadores acaban sintiéndose seguros para poder hacer una operación a escala internacional en cuentas opacas, sociedades inventadas, argucias legales, recovecos de la burocracia. 

En la serie hay un héroe, un hombre tranquilo, casi ausente que deja su vida por hacer justicia, otros con cuerpo de hombre habitados por niños caprichosos y juguetones que venden su alma al tener, al aparentar, al figurar, excediendo cualquier límite a costa de los demás. Solo por el monólogo que tiene el personaje principal interpretado por Vicent Lindon en el capítulo quinto de la segunda temporada compro toda la serie. Es una serie con acción que se cuece a fuego lento, como las emociones de sus personajes que van llegando al final a golpe de sangre y dinero.

Colecciones y objetos 

Me encanta encontrar perspectivas cruzadas, discursos encontrados, no enfrentados. Me gusta el hilo del arte que nos empuja a descubrir las mismas cosas, la esencia del vivir. El libro de Shaday LariosArchivo de la delicadeza bucea en los objetos de un museo dándoles sentido. Las historias de los objetos se entrelazan con la de las personas y toman cuerpo a través de la literatura y la dramaturgia. En La colección de Juan Mayorga un matrimonio se dispone a deshacerse de su colección de objetos. No sabemos cuáles son, pero esconden historias que contar. Esos retazos, esas descripciones, los objetos encontrados y los deseados, las esperas y los cambios, todo nos sirve para entendernos. Esas pequeñas cosas que nos ayudan a tejer la trama, a sentir la vida.

Ficción y terapia 

La utilización del cine como terapia no es algo extraño ni nuevo. Muchos son los autores que utilizan su propia vida para lo que ahora se considera como auto-ficción en donde se ponen sobre la mesa distintos traumas o problemas que se enfrentan con la ficción creando un producto nuevo. Si nos fijamos un poco nos damos cuenta que todos los relatos se estructuran sobre los mimbres de las propias experiencias, o de las personas que los escriben, o del imaginario universal que esconde la semilla inmortal presente en la mayoría de las narraciones. 

Baby reindeer o “Mi reno de peluche” su guionista y protagonista Richard Gadd  utiliza esos mimbres para presentarnos su propia experiencia de aspirante a comediante que se ve envuelto en una espiral de abusos de los que intenta salir y, a la par, comprenderse a sí mismo. Lo mismo hace Andrea Jiménez con Casting Learen esta ocasión con el trasunto del padre, Shakespeare, Cordelia y todo lo que encierra esta obra que aúna mitos universales y asuntos privados. La obra se presenta con la original propuesta de que cada función la hace un actor distinto. No sé cómo han estado las demás, pero en mi caso, tuve la suerte de encontrarme con la presencia de Daniel Freire que hizo un trabajo extraordinario llevando el espectáculo a las cotas más altas. 

Ambas propuestas me han gustado mucho, porque todas las vidas, a pesar de ser tan diferentes, se cruzan. En este caso, el acercamiento a la ficción desde la vida es el dolor de aquello que no somos capaces de entender, de procesar. La ficción se convierte pues en bálsamo para intentar curar las heridas que todos cargamos en nuestra propia vida. 

Los verbos de la vida

RECUPERARSE

Todas las personas que en el mundo han sido algo para sí y para los demás pasaron por un vendaval o una riada.

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Los verbos de la vida

PROYECTARSE

Por mucho que lo intentes, no te puedes desprender de ti, de tus impulsos, tus contradicciones ni de tu propia historia.

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Los verbos de la vida

PREGUNTARSE

¿Por qué no vivir de verdad? Como en este tiempo de descanso. ¿Por qué no preguntarse y preguntar?

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