Fecha/Hora
01 Mar
Todo el día
Categorías
Primera lectura: Génesis 37,3-4.12-13a.17b-28
Salmo 104
Evangelio: Mateo 21,33-43.45-46
«Escuchad otra parábola: El dueño de una finca plantó una viña, le puso una cerca, construyó un lagar y levantó una torre para vigilarla. Luego la arrendó a unos labradores y se fue de viaje. Llegado el tiempo de la vendimia, mandó unos criados a recibir de los labradores la parte de la cosecha que le correspondía. Pero los labradores echaron mano a los criados: golpearon a uno, mataron a otro y a otro lo apedrearon. El dueño envió otros criados, en mayor número que al principio; pero los labradores los trataron a todos del mismo modo. Por último, mandó a su propio hijo, pensando: “Sin duda, respetarán a mi hijo”. Pero cuando vieron al hijo, los labradores se dijeron unos a otros: “Este es el heredero; matémoslo y nos quedaremos con la viña”. Así que le echaron mano, lo sacaron de la viña y lo mataron. Pues bien, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué creéis que hará con aquellos labradores?». Le contestaron: — Matará sin compasión a esos malvados y dará la viña a otros labradores que le entreguen a su debido tiempo la parte de la cosecha que le corresponde. Jesús les dijo: — ¿Nunca habéis leído lo que dicen las Escrituras?: «La piedra que despreciaron los constructores es ahora la piedra principal. Esto lo ha hecho el Señor y nosotros estamos maravillados». Por eso os digo que a vosotros se os quitará el reino, y se le dará a un pueblo que produzca los frutos debidos.
Los jefes de los sacerdotes y los fariseos, al oír las parábolas que contaba
Jesús, comprendieron que se refería a ellos. Quisieron entonces apresarle,
pero no se atrevían, porque la gente tenía a Jesús por profeta.