Fecha/Hora
09 Ago
Todo el día
Categorías
Primera lectura: Oseas 2,16b.17de.21-22
Salmo 44,11-17
Evangelio: Mateo 20,1-13
«El reino de los cielos se puede comparar al dueño de una finca que salió muy de mañana a contratar trabajadores para su viña. Acordó con ellos pagarles el salario de un día y los mandó a trabajar a su viña. Volvió a salir sobre las nueve de la mañana y vio a otros que estaban en la plaza, desocupados. Les dijo: “Id también vosotros a trabajar a mi viña. Os daré lo que sea justo”. Y ellos fueron. El dueño salió de nuevo hacia el mediodía, y otra vez a las tres de la tarde, e hizo lo mismo. Alrededor de las cinco de la tarde volvió a la plaza y encontró a otros desocupados. Les preguntó: “¿Por qué estáis aquí todo el día, sin trabajar?”. Le contestaron: “Porque nadie nos ha contratado”. Entonces les dijo: “Id también vosotros a trabajar a mi viña”. Cuando llegó la noche, el dueño dijo al encargado del trabajo: “Llama a los trabajadores, y págales empezando por los últimos y terminando por los primeros”. Se presentaron, pues, los que habían entrado a trabajar alrededor de las cinco de la tarde, y cada uno recibió el salario completo de un día. Cuando les tocó el turno a los que habían entrado primero, pensaron que recibirían más; pero cada uno de ellos recibió también el salario de un día. Al cobrarlo, comenzaron a murmurar contra el dueño. Decían: “A estos, que llegaron al final y trabajaron solamente una hora, les has pagado igual que a nosotros, que hemos soportado el trabajo y el calor de todo el día”. Pero el dueño contestó a uno de ellos: “Amigo, no te estoy tratando injustamente. ¿Acaso no acordaste conmigo recibir el salario de un día?”».