DESMOND TUTU Y EL ESPÍRITU UBUNTU

Al finalizar el año 2021 se nos fue el arzobispo anglicano sudafricano Desmond Tutú, premio Nobel de la Paz en 1984, luchador infatigable en favor de los derechos humanos, amigo entrañable de Nelson Mandela y artífice, junto con otras personas y grupos, de la reconciliación que parecía imposible, en un país atizado por el racismo, la violencia y el rencor acumulado durante decenas de años.

Desmond Tutú proviene de la cultura y el espíritu Ubuntu, de gran actualidad educativa durante los últimos años. Pensemos en algo tan aparentemente trivial como el saludo cotidiano. Entre las tribus del norte de Sudáfrica, el saludo más común es la expresión Sawubona.  Significa literalmente «nosotros te vemos». Los miembros de la tribu responden diciendo Sikkhona, «estamos aquí». El orden del diálogo es importante: Mientras no me hayas visto, no existo. Es como si al verme me dieras la existencia. Este es el origen del espíritu Ubuntu. Traigamos a nuestra memoria ahora nuestro saludo a los alumnos a la entrada del colegio o en los pasillos. El saludo es una forma de honrar la humanidad que somos y de la que formamos parte. Como dijera en tantas ocasiones el obispo Tutu, solo nos podemos convertir en humanos a través de las relaciones. Porque los vínculos nos atraviesan y dan forma a nuestra especie humanizándola.

La palabra Ubuntu es una expresión popular que significa que una persona es persona gracias a los demás; somos gracias a los otros, sean de la raza que fuere, tengan una religión u otra o no la tengan, piensen como piensen.  El término Ubuntu se compone de dos partes: Ntu ( «persona») y Ubu ( «que me estoy convirtiendo»). Soy persona, pero no estoy completo, porque tú me completas. «Yo soy porque tú eres»; he aquí la esencia de la humanidad que está arraigada en mí y en ti. No son las cosas que hacemos, los proyectos que tenemos, los logros adquiridos. Hay una esencia que nos vincula; es más, ese vínculo está por encima de mis proyectos, porque es un vínculo que me ata a ti mediante el nudo de la responsabilidad.

El espíritu Ubuntu reclama al otro como palanca para que yo pueda ser plenamente persona: «te necesito para poder ser yo» . Sin los demás estoy incompleto, de suerte que el vínculo entre las personas aparece como un lazo de necesidad, responsabilidad y cuidado enormemente importante para nuestro desarrollo. Soy mejor persona gracias a los demás.

Acaso todo esto en nuestro campo educativo tenga que ver con el reconocimiento del otro. Cuidar a los otros empieza por reconocerles como personas, como seres singulares que merecen ser saludados por su nombre y a los que expresamos con nuestros hechos y palabras: «yo te veo y te reconozco». Cuidar a los demás comienza con la toma de conciencia de que están ahí delante. Reconocer al otro es el acto ético que me impulsa a estar ahí con el otro.

Las consecuencias educativas de esta manera de enfrentar la vida y las relaciones son enormes. Desde Portugal, el Instituto Padre Antonio Vieira ha desplegado durante los últimos años una iniciativa singular: la Academia de líderes Ubuntu, que ya está presente en buena parte de América Latina y en algunos países de África (https://www.academialideresubuntu.org/es/). De esta manera, se ha dado forma educativa al espíritu Ubuntu, planteando un itinerario basado en cinco pilares básicos: autoconocimiento, autoconfianza, resiliencia, empatía y servicio. A su vez, estos cinco pilares están atravesados por tres junturas que anudan el edificio Ubuntu: la construcción de puentes o reconciliación, la ética de cuidado y el liderazgo de servicio.

He tenido la oportunidad de estar cerca de esta realidad y me consta que cala profundamente entre los jóvenes de Portugal y de América Latina. Mediante una metodología experiencial y significativa, Ubuntu llega al corazón de lo humano y hace emerger proyectos educativos personales y colectivos muy atractivos.

La ética del cuidado camina de la mano de otros muchos elementos, iniciativas y procesos en marcha. Sin duda, el espíritu Ubuntu y la Academia de líderes Ubuntu es uno de ellos. Creo que comenzar el año 2022 con el aliento del espíritu Ubuntu, de la mano del maestro Desmond Tutú, es un regalo de la vida que no podemos desperdiciar. Os dejo con unas palabras del arzobispo sudafricano relatándonos cómo entiende el espíritu Ubuntu.

Cuidarnos

 PROMESA Y CUIDADO

Heredamos una cultura capitalista que promete lo que no puede dar: riqueza expansiva que culmina en el delirio de lo ilimitado.

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