LA CONVERSIÓN DEL CENTURIÓN CORNELIO (HCH 10,44-48) (I)

CONTEXTO

Nuestro relato está inmerso en un bloque compuesto por tres relatos: embajada de Cornelio (10,1-23a); Pedro en la casa de Cornelio (10,23b-48) y Pedro informa a la iglesia de Jerusalén (11,1-18).

Lucas yuxtapone escenas con dos objetivos: mantener la tensión narrativa que suscite el interés del lector y subrayar que Dios dirige los acontecimientos y no Pedro ni Cornelio.

Pedro acude a casa de Cornelio, comprende la visión (vv. 9-16) y sentencia que no hay que llamar impuro a ningún hombre (v. 28).

LECTURA DEL RELATO

Todavía estaba hablando Pedro, cuando el Espíritu Santo descendió sobre todos los que escuchaban el mensaje (v. 44).

El discurso de Pedro es interrumpido por la efusión del Espíritu Santo.

Esto subraya que la conversión de los gentiles es iniciativa divina, algo que está muy presente en la obra lucana.

Los creyentes judíos que había venido con Pedro quedaron asombrados de que el don del Espíritu Santo se hubiera derramado también sobre los paganos (v. 45).

Se trata de un acontecimiento similar al de Pentecostés y es lógico que los judíos se sorprendan.

Ninguno de los asistentes espera al Espíritu.

Pues los oían hablar en lenguas y ensalzar la grandeza de Dios (v. 46).

El Espíritu Santo provoca en los destinatarios el mismo efecto que en los apóstoles: ¡sorpresa sobre sorpresa!

Se trata del “Pentecostés de los gentiles”.

Pedro entonces dijo: ¿Se puede negar el agua del bautismo a estos que han recibido el Espíritu Santo como nosotros? (v. 47).

Pedro también sufre un proceso de conversión y reconoce que el reino de Dios también es para los gentiles.

Lo habitual era que el bautismo precediera al don del Espíritu: aquí, al igual que en la vocación de Saulo, es al contrario.

Y ordenó bautizarlos en el nombre de Jesucristo. Entonces le suplicaron que se quedase allí algunos días (v. 48).

Atento a la acción del Espíritu, Pedro ordena bautizarlos.

Sorprende que no sea Pedro quien bautice personalmente a Cornelio, pero es habitual (Hch 19,5).

La estancia en casa de Cornelio pretende subrayar que ya no hay separación entre judíos y gentiles.

  • La imagen es Predicación de San Pedro, retablo de Cubells, Pere Serra, Museo de Bellas Artes de Bilbao, Vizcaya, España.