Una vez introducida la temática en el anterior artículo, pasamos a abordar el trabajo, diseño y desarrollo de situaciones de aprendizaje dentro de la clase de Religión Católica en las que podamos incorporar herramientas TIC, así como otros recursos que tengan un enfoque digital o sustenten sus bases en la tecnología. Todo ello con ejemplos sencillos, pero bastante prácticos para orientar este innovador proceso pedagógico.
En primer lugar, hemos de señalar que una situación de aprendizaje jamás puede girar exclusivamente en torno a un solo elemento metodológico. Por el contrario, ha de mezclar una gran variedad de recursos con el fin de fomentar que el alumnado desarrolle sus capacidades al máximo y logre interconectar saberes que siempre van acompañando sus destrezas a medida que se avanza en retos o actividades que ponen en liza diferentes propuestas. Estas han de ser guiadas y acompañadas por el docente, pero concediendo todo el protagonismo al actor principal de la situación: el alumnado.
Así pues, podríamos señalar que, a la hora de tener en cuenta recursos TIC como mecanismos de ayuda en el desarrollo de una situación de aprendizaje, muchos de ellos deben facilitar el trabajo en equipo, puesto que la variedad de agrupamientos escolares en torno a una propuesta o dinámica ha de quedar patente en el desarrollo de cualquier proyecto de situación que se precie. Por tanto, trabajar con paneles colaborativos tales como Smore, Lino, Padlet o Pearltrees, que permiten elaborar diferentes materiales en equipo y en red, son recursos de gran interés. Imaginemos una situación de aprendizaje que contenga una actividad sobre las parábolas de Jesús. Todos estos recursos posibilitan la creación de enlaces o recursos web que se fijan en el panel y pueden ser editados y compartidos por varias personas a la vez. También dotan al resultado final de una estética muy atractiva y que sin duda motiva al alumnado, capacitándole para tejer una serie de conexiones en torno al tema que se verán enriquecidas con materiales de todo tipo: audiovisuales, lúdicos, interactivos, informativos…
De igual modo, será preciso fomentar el uso y manejo de un canal para organizar, almacenar y coordinar las tareas. Google Drive es un recurso excelente en este sentido y permite, junto a otras herramientas de Google, establecer canales comunicativos permanentes y seguros para que el alumnado desarrolle todo su potencial a la hora de trabajar en equipo cualquier situación de aprendizaje que así lo requiera.
Sin embargo, a la hora de plantear actividades que exijan una presentación especial o una estética determinada, podemos iniciar al alumnado en el manejo de recursos como Genially, una herramienta muy versátil que, bajo un registro previo simplemente con una dirección de correo electrónico, confiere al usuario inmensas posibilidades para realizar presentaciones, editar imágenes, vídeos o fomentar la creatividad a través de todo un crisol de recursos bajo una interfaz muy intuitiva. Realizar una presentación sobre la Biblia, sus partes, libros y demás peculiaridades o características bien podría ser llevada a cabo con esta herramienta.
Canva es otro de los recursos indispensables que permite editar y crear, bajo previo registro, numerosas plantillas con ayudas semejantes a las de Genially. Además, contiene un buscador que facilita mucho las tareas para que el objetivo del desarrollo de la actividad no sea el manejo de la tecnología, sino la adquisición y afianzamiento de saberes junto a la puesta en práctica de habilidades, al tiempo que el alumnado estimula su competencia digital. Un ejemplo para el que Canva sería un recurso idóneo es el trabajo del ciclo litúrgico con elementos gráficos de consolidación de aprendizajes y de ampliación conceptual.
Si la situación de aprendizaje plantea actividades, retos o dinámicas de creación de historias que precisen de un soporte digital específico, Storyjumper es un recurso a destacar, puesto que permite al alumnado desarrollar su talento e imaginación con la posibilidad de editar cómics de manera muy sencilla y con un almacén de recursos audiovisuales muy interesante. De igual modo, Coggle es una herramienta sensacional para crear esquemas y mapas conceptuales que, a buen seguro, serán necesarios en algunos momentos o en algunas actividades que la propia situación de aprendizaje nos requiera. Imaginemos trabajar el Reino de Dios con estos recursos…
Pero no solamente será preciso emplear la tecnología mediante mecanismos como el ordenador, la tablet, IPad o un smartphone. Cualquier actividad propuesta puede emplear recursos TIC para un desarrollo analógico dentro del contexto de una dinámica. Por ejemplo, a la hora de crear un mural con conceptos trabajados o fruto de una investigación previa, herramientas como Type A4 facilitará la creación de rótulos, Blockposters ayudará a crear carteles de grandes dimensiones con todo tipo de imágenes; incluso Fodey creará atractivos recortes a modo de periódico. Todos son recursos para imprimir y manejar de forma tradicional, con las manos, tijeras y pegamento, pero con una esencia TIC innegable. El diálogo interreligioso con el formato de lapbook bien podría ser un buen ejemplo para emplear estas herramientas.
Pero lo que cualquier situación de aprendizaje ha de proponer siempre es la investigación. Y el reto que ello supone bien puede verse facilitado con herramientas TIC de todo tipo. Desde bancos de imágenes gratuitas como Pixabay, hasta recursos educativos videográficos como la Eduteca, alojado en la plataforma YouTube. Wikipedia, Google Earth, cualquier web de museo o banco de prensa online suponen una ayuda a la hora de empoderar al alumnado digitalmente y estimular un aprendizaje que pueda extrapolar a su realidad más cercana. Una realidad en la que la tecnología ya es algo cotidiano y que nos debe servir en la clase de Religión para facilitar la transmisión de saberes, el descubrimiento de verdades trascendentales y, por ende, vivir la fe de un modo impensable hace no mucho. ¿Acaso no podrían trabajarse los ODS con recursos de esta índole?
Es por ello que un buen diseño de situación de aprendizaje se caracteriza por ese enfoque globalizador, que pone en liza diferentes modos de aprender, contextualizados en actividades significativas, abiertas, flexibles y que se valen de todo tipo de recursos para acompañar al alumnado hacia lo mejor de sí mismo en el ámbito educativo de forma particular, pero también en la vida de una forma más global. Y todo con una asignatura que no se puede quedar al margen en estas nuevas propuestas pedagógicas y metodológicas, puesto que tiene una potencialidad enorme merced a un Mensaje claro, de actualidad y cargado de verdad.