La nueva ley educativa que poco a poco se está implantando en el sistema educativo español trae consigo enfoques diferentes a lo establecido en leyes anteriores. Al margen de nuevos conceptos, nuevas pedagogías y orientaciones psicoevolutivas que suponen un paso adelante en una adaptación o adecuación al marco educativo global, concretamente en el entorno europeo, la LOMLOE incide en aspectos que surgen como respuesta a nuevos retos mundiales tales como la agenda 2030, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) o la nueva perspectiva digital en la que la sociedad está inmersa.
Es en este último aspecto donde vamos a detenernos para realizar un somero análisis que nos esclarezca en lo posible hacia dónde caminan los postulados de esta nueva disposición legislativa en lo que al ámbito competencial digital se refiere. De igual modo intentaremos dar alguna noción sobre los posibles horizontes específicos que este reto nos plantea a nivel docente, más concretamente en lo que al área de Enseñanza Religiosa Escolar pueda afectar.
La competencia digital, enfocada desde el punto de vista de la LOMLOE, no pretende incidir especialmente en el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) más allá de lo que leyes precedentes lo hicieron. El uso de dispositivos y herramientas digitales toma en cada ley educativa mayor protagonismo de forma natural, ya que la propia sociedad emplea estos mecanismos cada vez en más aspectos de la vida cotidiana, también en el ámbito educativo. De igual modo no se observan directrices especiales en cuanto a la incorporación de programas, aplicaciones o sistemas que deban ser implementados por el profesorado para formar parte de su práctica docente, al tiempo que se plasmen o cristalicen en procesos de enseñanza-aprendizaje que los integren por parte del alumnado. Todos estos postulados se consideran suficientemente consabidos para la práctica totalidad de la comunidad educativa, fruto de experiencias previas que han requerido formación y actualización del ámbito educativo global.
La verdadera novedad en el tratamiento de la competencia digital en el marco LOMLOE viene dada por la propia esencia del manejo de la tecnología en relación con el ser humano. Se da un paso más allá para “reforzar la equidad y la capacidad inclusiva del sistema, cuyo principal eje vertebrador es la educación comprensiva”. Para ello se presentan una serie de postulados o principios que son novedosos en comparación a la legislación anterior.
Entre esas novedades podemos hablar de la insistencia en garantizar una protección de datos lo más eficaz posible, convirtiendo el espacio digital en un ámbito seguro y que permite accesibilidad a todos en igualdad de condiciones y oportunidades. Se trata de que el alumnado tenga la oportunidad de conocer y educarse bajo una perspectiva digital si es que hasta la fecha no había sido posible. De igual modo, supone una novedad la introducción del concepto del uso responsable y crítico de los medios digitales, en consonancia con valores constitucionales, respeto a la dignidad humana y el medio ambiente y los derechos fundamentales de todo ciudadano como, por ejemplo, el ámbito familiar.
Es ahí donde la ERE entra de lleno a nivel curricular específico, porque se presenta como una materia esencial en la transmisión de todos estos valores que, si bien tienen arraigo en centros de interés y temáticas diferentes de la asignatura de Religión Católica, cobran especial relevancia en lo que al ámbito de la competencia digital en esta área se refiere. Ser garante de la creación de espacios de aprendizaje en igualdad de oportunidades, que fomenten y transmitan el desarrollo de la persona en las mismas condiciones que sus semejantes, independientemente del tiempo o el espacio, es o ha de ser un de los principales objetivos de la ERE en este particular, como ya lo es en lo que a otros campos se refiere que aluden a planteamientos similares. Esto es, en definitiva, una lucha o búsqueda de equidad con la firme intención de evitar las denominadas brechas digitales.
En resumen, la competencia digital bajo la perspectiva LOMLOE se convierte en un principio pedagógico en sí mismo que pretende no tanto el uso de las TIC en el ámbito educativo, sino su manejo e incorporación a la vida o al entorno escolar con fines más profundos y objetivos que sean extrapolables a la vida cotidiana, fomentando un espíritu crítico, una creatividad bajo nuevos enfoques y unos cauces de comunicación que lleguen a todos por igual. Aspectos estos que encajan perfectamente en el currículo de ERE y que deben ser trabajados tanto en ámbitos digitales como en otros aspectos específicos de esta imprescindible asignatura.