PARA EL CUIDADO DEL CORAZÓN

RECONOCER VIDA / NECESITAR MISERICORDIA / RECIBIR AMOR

Propuesta de seis momentos para un ITINERARIO donde orar, oler, sentir, tocar, mirar y escuchar lo que acontece en tu existencia, antes de adentrarse en la Semana Santa.

MOMENTOS DE AMOR

¡Parece primavera! Mmmmmm tu ser se llenó de una fragancia increíble, llamada AMOR. ¡Sí se nota! Resplandeces. Tus labios, tu sonrisa lo denotan. Tu mirada brilla. ¿Sabes? RESPIRA, ensancha tus pulmones y llénate del perfume más bonito que Dios te ha regalado llamado AMOR.

  • El abrazo cálido de un padre/madre.
  • Una mirada especial.
  • Tener a alguien que te dice que eres bonita/o.
  • Coger de la mano a la persona a quien quieres.
  • Mirar el amanecer rodeado de tu gente.
  • Levantarse de la cama por la mañana y agradecer a Dios por todo ello.

MOMENTOS SALADOS

Menudas risas y qué bien te sientes cuando estás en tu ambiente y con tu gente. ¡Sí! Tu vida huele a sal. Hay muchos momentos para recordar, de amigos, de superar un examen, un curso, de buen rollo, de último fin de semana, de un concierto… Esta es una pequeña ayuda (ejemplos), pero seguro que son muchos más los momentos inolvidables que huelen a sal en éste, tu mar, el gran océano de la vida.

  • Reírse tan fuerte que te duelan las mandíbulas.
  • Ver y oír las sonrisas de la gente que más quieres.
  • Recordar las «hazañas» de nuestra infancia rodeados de los amigos, familia, compañeros de clase.
  • Algún sueño y alguna locura hecha realidad.

MOMENTOS VACÍOS

Nada. Vacío. ¿Alguna vez lo has sentido? Soledad. Enfrentarte a ti mismo/a, cuesta, ¿verdad? Tu comportamiento en muchas ocasiones no es adecuado, y deja mucho que desear (incluso tú mismo/a lo reconoces). Y lo sabes, eres cruel con el que tienes al lado: familia, profesores, amigos… A veces estás insoportable, a veces ese es tu pecado: no querer ver, es decir, no reconocerlo. Tienes miedo de que, examinando tu vida, te veas obligado a superarte y cambiar.

Las enfermedades e incomprensiones, los conflictos, las depresiones u obsesiones, los rencores y envidias, los celos, la melancolía e impotencias propias y ajenas, penas… ¿Qué hacer con ese bosque infinito de hojas muertas?

Te aclamo y reclamo, te afirmo y confirmo, te exijo y necesito, te añoro y te anhelo y…

¿Señor Jesús, dónde estás?  

MOMENTOS QUEMADOS

A menudo olemos a chamuscado en nuestra vida. Todo se nos nubla con un humo espeso. Tiñendo todo de negro y, lo que es peor, contagiando a los que tenemos a nuestro alrededor. Muchas veces lo negro nos atrapa y desencanta. Husmea dentro de ti.

  • ¿Cuántas nubes pintan de negro tu vida?
  • ¿Cuál es tu actitud ante la dificultad?
  • ¿Dejas que el pesimismo se apodere de ti o buscas darle sentido desde la fe?
  • ¿Te conviertes en humo negro para tus compañeros o pones los colores más vivos?

MOMENTOS DULCES

¡¡¡Mmm, qué rico!!! Esos momentos de tu vida que te encantaría que se repitiesen todos los días. ¡Que bien estoy, que bien me siento, que guapo/a soy!  O sea, cuando saboreas lo mejor de ti y lo mejor de los demás.

  • ¿Cómo te sientes cuando los vives?
  • ¿Haces por que perduren?
  • ¿Son el principal ingrediente de tu vida?
  • ¿Sientes que Dios acompaña tu existencia?

MOMENTOS ÁCIDOS

Hay situaciones que nos dejan un olor y un sabor algo incómodo. No te esperabas la respuesta que te han dado. Ese plantón que te ha dejado «tocado/a» ¿Así te lo pagan? ¿Tanto esfuerzo merece la pena para no alcanzar lo que te propones? Luchas por lo que amas ¿y no lo consigues? Frecuentemente nos adentramos en una «comedura de coco». El resultado está ahí, desolador y cruel. Desgastando nuestras vidas y todo tipo de ESPERANZA… y ¡sí!… Te sientes vencido/a.

  • ¿A veces te sientes gota de agua en el inmenso océano de la sociedad?
  • ¿Eres crítico con los demás?
  • ¿Te cuesta perdonar los errores de la persona que tienes al lado? ¿Y los tuyos?

NOTA

Para que sea más visual, -si es para adolescentes-, puedes definir un recorrido o itinerario con los seis momentos. Por ejemplo: prepara seis botes de plástico transparente con tapa de colores con cada uno de los elementos: blanco/sal, amarillo/limón, gris/papel quemado, etc. y distribuirlos para que todos los participantes vayan pasando por todos, oliendo, sintiendo, tocando, mirando… En cada uno de los momentos se pueden colocar los textos fotocopiado para llevarlos. Sigue creando para el cuidado del corazón.