La iglesia que quiero es UNIVERSAL,
no solo porque esté en todo el mundo,
es universal porque acoge en su seno a todo el mundo.
La iglesia que quiero es PLURAL,
no solo porque se haya proyectado en todas las culturas del planeta,
es plural porque incluye y bendice a todo ser humano en su multiculturalidad.
La iglesia que quiero es APOSTÓLICA,
no solo porque guarde el depósito de la fe,
es apostólica porque es Enviada a Comunicar la Buena Nueva.
La iglesia que quiero es MISIONERA,
no solo porque sus miembros se hayan abierto al mundo,
es misionera porque el envío de Jesús es de «id y proclamad la Buena Noticia».
La iglesia que quiero es PROFÉTICA,
no solo porque se haya abierto a la creatividad de sus miembros,
es profética porque por la acción del Espíritu anuncia el Evangelio y denuncia las INJUSTICIAS.
La iglesia que quiero es MISERICORDIOSA,
no solo porque es mediadora del perdón de Dios en el Sacramento de la confesión,
es misericordiosa porque manifiesta el cómo es DIOS, que acepta y acoge a todos sus miembros, sin distinción.
La iglesia que quiero es ESPIRITUAL,
no solo porque reza, dice-oye misas y hace sacramentos,
es espiritual porque interioriza la Palabra de Dios y la pone en práctica
La iglesia que quiero es AMOR,
no solo porque su ser institución así lo quiere hacer creer,
—¡que no lo vive siempre y con todas las personas!—
es amor porque los hombres y mujeres que la conforman, así lo expresan en su compromiso por el reino.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
LA IGLESIA QUE QUIERO NECESITA MIRARSE Y CUIDARSE DURANTE UN TIEMPO Y, ADEMÁS, PERMITIRSE PARA RECUPERAR EL AMOR PRIMERO Y LA CREDIBILIDAD PERDIDA, ENTRAR EN LA UNIDAD DE CUIDADOS INTENSIVOS. AMÉN.