(Vida nueva, nº 3236, p. 46)
Por desgracia, muchas veces la pastoral se ve relegada a un segundo plano. Eclesialmente, suele prevalecer el interés por los temas organizativos, por las polémicas doctrinales o por los encontronazos con la sociedad. Y en el ámbito educativo, incluso en la escuela católica, preocupan de manera especial la gestión, los resultados académicos y el prestigio social. Así, la pastoral pasa a ser una cuestión menor a la que se dedican escasos recursos y poca atención.
En el prólogo del libro, el obispo Antoni Vadell hace suya la pregunta: “¿Cómo hacer de las escuelas verdaderos instrumentos de la evangelización en nuestro tiempo?”. Óscar Alonso Peno da respuesta de manera solvente a esta inquietud con la propuesta de una revolución de los cuidados.
El autor es, sobre todo, un apasionado de la pastoral. No le falta formación académica para amparar un discurso sólido y brillante. Pero tampoco es un teórico que hable solo de lo que otros dicen. Conoce a fondo el mundo de la pastoral desde sus más diversas vertientes. Así, en este libro condensa una profunda reflexión intelectual con la experiencia de muchos años de trabajo intenso en el mundo educativo.
Alonso nos invita a cuidar de la pastoral, porque no siempre está suficientemente atendida. Se hace eco de las palabras de la exhortación apostólica Christus vivit del Papa Francisco: “La escuela necesita una urgente autocrítica si vemos los resultados que deja la pastoral de muchas de ellas, una pastoral concentrada en la instrucción religiosa que a menudo es incapaz de provocar experiencias de fe perdurables».
La escuela católica corre el riesgo de perder su razón de ser si descuida lo pastoral. No es un rasgo anecdótico, sino su marca de identidad, lo más genuino, su carisma, su carácter propio.
El autor sugiere, desde un realismo esperanzado que no ignora las dificultades, cómo abordar la pastoral en tantos centros que, si renuncian a priorizar el cultivo del mensaje del Evangelio, su especificidad puede acabar difuminándose y diluirse en una estructura escolar que, por otro lado, necesita su particular aportación para la formación integral de las personas.
El impacto de la pandemia nos urge a redescubrir la pastoral del cuidado. La ética de la vulnerabilidad reclama una pastoral del cuidar. “Cuídate, cuídale, cuídalo”. Cuidarse a uno mismo, a los demás y al planeta, sabiendo que, Dios nos cuida a todos. Y en la escuela, cuidar a los alumnos, pero también a los docentes, al equipo directivo, a las familias, a todo el personal que trabaja o colabora con la institución.
Este libro nos propone revolucionar la pastoral en los colegios católicos, una revolución de los cuidados que siga haciendo de la evangelización su principal razón de ser, su misión primera y fundamental. Una evangelización que toma como modelo al buen samaritano, que se hace cargo, carga y se encarga de aquel que sufre. La pastoral escolar está llamada a encarnar el ideal de esta parábola evangélica en la práctica diaria de los centros educativos.
JOSEP OTÓN