PASTORAL
Gran palabra. Bucólica y sugerente. En el diccionario se define como «De los pastores de ganado o relacionado con ellos» . ¿Y de ganado hablamos al referirnos a educación?
Pues en parte sí. Algunos son bastante borreguitos.
Pero la pastoral o el pastoreo es, o debería ser, una vocación. Cada uno la ejerce como quiere o como sabe. Hay pastores profesionales y novatos, los hay distantes y cercanos. Altos o bajos, indiferentes o entregados.
ESCUCHAR
Mi primera reflexión, la que ves en el dibujo, es obvia. El pastor debería hablar menos. El problema es que la educación, al menos la tradicional, está basada en la enseñanza, no en el descubrimiento. Y los docentes, para compartir su extensa formación, se pasan las horas hablando. Y claro, hablar es incompatible con escuchar. Se pueden hacer ambas a la vez, pero probablemente alguna sale perdiendo.
La educación, y más aún la pastoral educativa, debe nacer de la escucha. Escucha en dos direcciones básicas. Hacia arriba y hacia abajo. Escuchar a Dios y escuchar a los jóvenes, a las ovejas.
Y la fórmula se vuelve perfecta cuando escuchamos, además, hacia dentro (in) para hacer mejor el trabajo de pastores (out).
Siguiendo la idea, esta web podría llamarse también: UP&DOWN&IN&OUT. Tendré que hablar con la editorial…